El Consejo del Consulado de la Lonja de Valencia, en la sesión celebrada el 29 de octubre de 2007 constituyó la Mesa de Precios de Cítricos. Las circunstancias que condujeron a su nacimiento siguen estando aún muy presentes. 

Productores y comercializadores de naranjas y mandarinas continúan necesitando de referentes que contribuyan a dar transparencia al proceso de configuración de los precios, que aporten estabilidad y rigor a los mercados en origen y que lo hagan bajo criterios tan objetivos como conciliadores de los intereses de sendas partes, de productores y comercios. Y eso es precisamente lo que ha venido realizando semana a semana la Mesa, crear certidumbre y constatar con números reales, basados en operaciones reales, el comportamiento de los precios en el campo.

Durante este tiempo los fantasmas de la ‘venta a resultas’ -sin precio para el citricultor y a expensas de lo que posteriormente pueda liquidar el operador- se han disipado, y sin duda la actividad de la Mesa ha contribuido a ello. Porque sus resultados suponen en sí mismo un refuerzo a la propia ley de la oferta y la demanda en tanto contribuyen a rebajar las distorsiones que de forma tan particular afectan a este mercado.

En el transcurso de este tiempo de funcionamiento los lazos entre uno y otro colectivo se han reforzado. En las más de 670 ocasiones en las que citricultores y operadores comerciales nos hemos podido sentar en torno a la misma mesa se ha evidenciado que hay muchos más intereses que nos unen que los que nos separan, que la actitud que debe presidir las relaciones entre ambos puede ser constructiva, de fiel colaboración en beneficio de todos. El ‘a comercializar’, no en vano, es un síntoma de la debilidad de todo un sector, una práctica que va en detrimento de la citricultura en su conjunto, que introduce incertidumbre allá donde tendría que reinar la certeza, en el precio.

Y la Mesa de Precios de los Cítricos ha dado pasos de gigante en este tiempo para avanzar en este sentido, el de consolidar precios de referencia. Lograr que sus cotizaciones tuvieran mayor impacto, fueran realmente referencia para el sector, pasaba por potenciar su proyección exterior. De poco hubiera servido reforzar el consenso y los mecanismos para alcanzar cotizaciones semanales si éstas no hubieran trascendido más allá de las paredes de la sede de la Cámara de Comercio de Valencia, que tan amablemente nos ha cedido durante estos años sus instalaciones. Y pese al evidente respaldo institucional, conseguir tal cosa ha sido tarea complicada.

Hoy las cotizaciones semanales de la Mesa son recogidas por las webs de la mayoría de las organizaciones profesionales agrarias, de la propia institución cameral y de la misma Lonja de Valencia, de la Conselleria de Agricultura, Pesca y Alimentación, publicadas por la revista de AVA-ASAJA o la de la propia Cámara de Comercio, por algunas pu­blicaciones especializadas… sus precios han sido motivo de análisis y base recurrente de multitud de artículos agrícolas en prensa generalista, son rigurosamente transcritos en programas radiofónicos de información agrícola semanales, regionales o incluso nacionales, difundidos en la televisión autonómica valenciana y a través de una red tejida de e-mails llegan casi en tiempo real a los principales agentes de la cadena. 

Más aún, la Mesa de Cítricos trabaja en vías alternativas, complementarias a las actuales, con las que hacer llegar más lejos su mensaje y los precios. En este sentido, hemos modernizado la propia web de la Mesa para facilitar el acceso a las cotizaciones y para posibilitar estudios pormenorizados sobre los precios, en la que se puede rescatar datos sobre las cotizaciones de determinadas variedades en cualquier campaña que se desee o comparar los precios de una variedad en diferentes campañas con la que con sólo un par de ‘clicks’ se pueden ilustrar tendencias.

Además de aportar transparencia al mercado citrícola, la entidad ha venido actuando también como órgano consultivo –nunca como interlocutor- ante la Administración o ante los diversos colectivos del sector citrícola. La Mesa ha actuado durante todo este tiempo como mero notario de cuanto ocurre en el trasiego comer­cial citrícola. Sus aspiraciones no van más allá de ello: Que nadie piense pues que la Mesa debe asumir mayores responsabilidades o que, incluso, debería dar respuestas a los problemas que sufre la citricultura. No. La Mesa, ya consolidada en estos años, debe continuar ganando presencia como un instrumento al servicio del sector, cosa que pasa indefectiblemente porque sus cotizaciones resulten accesi­bles e influyentes, pero nunca imperativas. Frente al ‘a como salga’ que tanto daño hace a todos,  la Mesa persigue que sus boletines semanales sean pues la referencia obligada en cada negociación.

Y el balance que podemos hacer hasta el momento no puede ser más que positivo. Porque en estos más de 15 años se ha podido alcanzar el máximo nivel de consenso a la hora de establecer los precios. Desde la mejor predisposición y generosidad de todos, el trabajo semanal se ha ido adaptando a las peculiaridades del día a día. Y la misión no era fácil porque no teníamos un espejo válido en el que poder mirarnos. La única Mesa de Precios de Cítricos anterior a la de Valencia era y es la de Córdoba, con la que colaboramos anualmente en la celebración de las Lonjas Nacionales. 

Pese a no contar con un estudio de proyección mediática, sí se puede afirmar sin miedo a equivocarse que el boletín ha pasado a ser difundido en medios de comunicación líderes y que, de igual manera, sus precios han sido considerados a muchos kilómetros de distancia de la sede de la capital del Turia, desde donde se realizaban las deliberaciones. Un hecho objetivo y constatable ha sido el creciente número de visitas a esta web, campaña tras campaña.

El camino recorrido por la Mesa de Precios de Cítricos del Consulado de la Lonja de Valencia en estos dieciséis años ha sido intenso, ininterrumpido y eficiente, atendiendo a los principios de veracidad, representatividad y paridad del sector citrícola, contribuyendo así a proporcionar transparencia para aportar estabilidad y rigor a los mercados en origen. Y esperamos y deseamos que la Mesa siga considerándose como una herramienta eficaz al servicio del sector.